(En resposta a Juan Carlos Monedero al vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=olak2CdunXI)
Sr. Monedero, manejar bien el lenguaje obliga a la destreza. Según Ud. “ahora” y “siempre” el gobierno catalán ha estado al lado de la derecha española. Mucho me temo que “ahora” una de las razones del choque entre ambos, viene precisamente, de la negativa catalana a seguir la deriva a la que la derecha española está llevando al país. Los malabarismos con el lenguaje le han llevado a la paradoja de, por un lado, criticar una determinada postura, y por otro, criticar el cese de ésta misma. Aquí lo único que se me ocurre preguntar es ¿qué quiere Ud. Señor Monedero? ¿Que en Catalunya se sigan los dictados de la derecha española, a la que con el “postizquierdismo” que Ud. reconoce pocas alternativas le deja? o ¿que sigamos adelante con una revolución, cuyo asomo en España, la creación de Podemos tristemente acabó neutralizando? Las contradicciones en las que cae prefiero atribuirlas más a su desinformación que a su posible mala voluntad, y digo desinformación porque Ud. construye una historia española que se desentiende de la diferencia cultural que existe entre las nacionalidades que la conforman. En la península ibérica no se desarrolló ninguna nación que, antes de la unificación llevada a cabo por los reyes católicos, no existiera; que de ello le tenga que informar a Ud.,a un “académico”, no deja de incomodarme, pero me voy a ocupar de ello. Atendiendo a la definición, que del concepto “nación”, da Miquel Caminal en la recopilación de ensayos relativos a Filosofía política, de Fernando Quesada “Ciudad y Ciudadanía” y basada en las aportaciones de J. Stuart Mill, E. Renan, O. Bauer, M. Weber y B. Anderson, casi nada… se concluye que una nación es: 1º una comunidad de sentimiento, 2º: una comunidad de historia y culturas compartida, 3º: una comunidad política y 4º: una comunidad que se realiza y se autodetermina mediante el Estado. Catalunya, dotada claramente de los tres primeros atributos, hoy pretende recuperar las instituciones usurpadas mediante el sometimiento al decreto de nueva planta, según el cual, el 16 de enero de 1716 quedaron abolidas las leyes e instituciones propias del Principado de Catalunya. Me incomoda también tener que darle una clase de razonamiento lógico básico según el cual aquello que es, es, y aquello no no es, no es; de lo que se concluye que es del todo innecesario abolir o extinguir aquello que nunca ha existido, y por lo tanto, si se abolió, es porque realmente existió un principado de Catalunya, que en el contexto de la época, significaba una institución con sus propias normas y leyes; y por lo tanto, con una clara autodeterminación política.
Sigamos… le voy a informar cómo “los desarrollos históricos” a los que Ud. se refiere, se dieron en Catalunya, porque tristemente pasa de puntillas por encima de ellos; tal “desarrollo” se llevó a cabo del mismo modo que se desarrolló el dominio en otras colonias del imperio español, el instrumento utilizado fue el del virreinato; el imperio español, tras la imposición del decreto de nueva planta, disponía de tres posibilidades con el fin de mantener al pueblo catalán sometido: 1ª: aniquilación física de toda la población, 2ª: el traslado de su núcleo de poder al territorio sometido, y 3ª: la del virreinato. Como bien habrá adivinado optó por la tercera, y la antigua Convergencia i Unió vino a ser la manifestación contemporánea del tal virreinato, sin ninguna duda; pero no se confunda, si Convergència i Unió no hubiese existido, otra cosa idéntica se hubiese tenido que inventar para que todo continuara ”atado y bien atado”. Pero aquello que Ud. no entenderá nunca, porque su “españcentrismo” se lo impide, es por qué razón la gran mayoría de catalanes votaban a favor de un partido de derechas. Yo se lo explico, la cosa está muy relacionada con la conformación geológica del país, nada menos. Catalunya, le informo, tiene una orografía compleja, gran parte de su territorio es montañoso, ello comporta la necesidad de aterrazar el terreno para poder cultivarlo, el resultado acabó siendo el de un territorio conformado por pequeñas y bien delimitadas porciones de terreno cuyo mínima extensión favorecía su intercambio, de tal modo que los propietarios de dichos terrenos siempre podían prescindir de una parte de ellos para superar una época de penuria a la vez que los labriegos a sueldo también tenían la oportunidad de adquirir una pequeña parte, con lo que pasaban a ser propietarios; con ello se fue conformando una sociedad de pequeños propietarios y por ello mismo más igualitaria, con una cosmovisión muy distinta a la de los labriegos de los grandes latifundios castellanos o andaluces, éstos con muy limitadas esperanzas de conseguir ser propietarios algun día. És por ello, señor Monedero, que el partido que lidera Carles Puigdemont ha sacado tantos votos en las últimas elecciones, Catalunya, no es como Ud. se la imagina o quiere que sea, Catalunya es aquello que es, y es por ello mismo que Junts Podem ha sacado los resultados que ha sacado. Por otro lado, los responsables de los recortes en Catalunya lo fueron los políticos de Convergencia i Unió del mismo modo que lo es Alexis Tsipras de los recortes que se están dando en Grecia, porque és de un cinismo extremo ignorar los contextos en los que ambos se dan; señalar y orientar la mirada hacia el punto que nos interesa para que ello haga invisible la precariedad de la lógica que sustenta nuestros argumentos es digno del mejor de los sofistas, le reconozco sus dotes para ello. Cierto, lo de la corrupción que compartía con el PP y el PSOE forma parte, como ya le he dicho, del juego del virreinato, de la repartición del pastel…, pero le pido que sea más cauto con el lenguaje, porque si para definir la corrupción en Catalunya utiliza el vocablo “terrible” le va a costar encontrar otro término de gradación mayor para poder definir la corrupción que se da en España, corrupción de la que por cierto, y aunque le pese, el pueblo catalán está poniendo el pellejo para alejarse; no veo yo tanto ímpetu en ello por parte de la izquierda no “postizquierdista” española que Ud. representa. Seguimos…tremenda la afirmación de que “en Europa no ha habido nunca un proceso de independencia que no haya sido con acuerdo o con algún tipo de guerra”, viene a ser como afirmar “el televisor puede estar encendido o apagado”, y por la obviedad de la afirmación no puedo contradecirle, pero tales juegos dialécticos me recuerdan las elaboradas sentencias de M. Rajoy… Y no, Señor Monedero, no, a día de hoy más de la mitad de catalanes quieren la independencia, lo han demostrado las urnas; ya le gustaría a Ud que el podemismo sacara los resultados que ha logrado el independentismo en el contexto de unos comicios electorales tan irregulares. Y siguiendo su relato en el vídeo, Ud. acusa a Grosfonguel de exáctamente lo mismo de lo que se le puede acusar a Ud., de hacer “valer sus posiciones intelectuales” que tienen como eje central una visión sesgada de lo que es realmente Catalunya, para someter a la mayoría a una, finalmente confirmada, minoría. El señor Grosfonguel, a pesar de no ser español, tiene una visión mucho más ajustada a la realidad de la que tiene Ud. mismo. Podemos no ha defendido en Catalunya el derecho a decidir, defiende eso sí un “referéndum pactado y con garantías” que, a estas alturas y, visto el contexto en el que nos movemos, viene a ser una especie de antinomia. Entiendo que tenga la esperanza de que dicho contexto cambie con una posible victoria de Podemos, pero mucho me temo que gran parte de su electorado no desea lo mismo, por lo que estaríamos de nuevo en una nueva antinomia; en el seno de algo distinto, eso sí, pero antinomia al fin y al cabo. Sigamos…¿Se le debe reconocer a Podemos el mérito de que haya crecido en España el índice de personas que están a favor del derecho a decidir, o vamos a ser más humildes y, como hacemos en Catalunya, reconoceremos en las políticas del PP el mérito por el incremento del independentismo? Con tales afirmaciones postula la existencia de una población de borregos (sus votantes) que necesitan de que Ud. les muestre la Verdad, sin reconocer que aquello que realmente los activa es la contradicción a la que cada día deben enfrentarse, que no es otra que la de que españoles y catalanes somos ciudadanos de un estado que más que protegernos nos saquea, y en algunos casos, aporrea. No señor Monedero, el mérito no es de Podemos, como en Catalunya también en España, el mérito es de la lucidez de muchos de sus ciudadanos que han dicho ¡basta!. Si fuera votante de Podemos, la afirmación emitida por Ud. a la que me he referido, sin duda me hubiera ofendido y no poco. Y vuelve de nuevo con el tema de los recortes… Le recuerdo el comentario sobre Alexis Tsipras, a la vez que mezclar recortes neoliberales, con legalidad española e identidad catalana es una pésima receta para todo pastel, su malabarismo dialéctico le pierde…; le cuesta reconocer la “identidad catalana” mientras que da por cierta la “legalidad española”, cuando es posible que si tal legalidad española fuera tan legal como Ud. pretende, la identidad catalana no sería hoy tan reivindicada; la prueba de ello la tenemos en la actitud de la población catalana en las cuatro décadas que nos preceden. Y sí señor, mal que le pese, en España la independencia de Catalunya se va a dar con el empleo de la fuerza, porque para el estado español manifestarse pacíficamente con los brazos en alto es en sí mismo un ejercicio de provocación que, como pudimos ver, parece ser de obligado cumplimiento combatir con la violencia. Uno puede concluir, al escucharlo, que únicamente en Catalunya se han perdido de vista los derechos sociales… En Madrid en su defensa salen unos miles a la Puerta del sol, en Catalunya, defendiendo exactamente lo mismo, salimos centenares de miles y acompañados por los representantes de casi todos los partidos políticos, partidos de la derecha también. Pues nada Señor “académico” acabáramos: inteligencia, sensatez y a “todos los amigos y amigas que tienen una voluntad emancipadora que se informen bien antes de criticar”, por ejemplo, al movimiento independentista catalán, cuando éste es el único que, hoy por hoy, está defendiendo de forma clara los derechos sociales mediante la aprobación en su parlamento de determinadas leyes que la “legalidad española”, a la que Ud. parece profesar una fe incondicional, se presta rauda a anular.
Salut i República Catalana senyor Monedero, a Catalunya fem quelcom diferent, quelcom gran, on només s'hi troben els valents. Si us plau, aparteu-vos, ens tapeu el sol…