En noviembre del 2006 venció el mandato de los 21 miembros del CGPJ, y en diciembre del 2007 el de 4 Magistrados del Tribunal Constitucional, incluidos Presidenta y Vicepresidente. En el actual CGPJ, desde el 2001, el PP tiene mayoría y Presidencia, y de las 5 vacantes del TC el PP nombró a 4, incluida la del fallecido García Calvo. Sin los votos del PP en las Cortes no es posible la renovación de esas 26 vacantes, así que la demoró con variadas excusas hasta llegar a las elecciones, por si las ganaban, y tras perderlas su pretensión es conseguir del PSOE contrapartidas que les compensen, y esa es la mano actual de la timba: a cambio de perder la mayoría y la Presidencia del CGPJ, asegurar que no puedan nombrarse altos cargos judiciales sin su consentimiento; y a cambio de perder el empate en el TC y la futura Presidencia, conseguir una sentencia sobre el Estatuto de Catalunya de amplia mayoría, es decir, la que el PP quiere y dice querer, y el PSOE quiere pero no dice querer: el Estatuto se declarará en parte nulo, y en el resto irrelevante y de cumplimiento voluntario según la libre decisión unilateral española, no una ley vinculante sino un catálogo de propósitos. Además, algo le tocará al PP de altos cargos en otoño, como en la Comisión Nacional de la Energía.
Quizá algún paciente lector recuerde los principios de mérito, capacidad, e imparcialidad. Están donde tienen que estar, en la Constitución. De allí no han salido, ni están ni se les espera en esta timba.
Article publicat a Público el 27 de juny de 2008