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LEVANTE, PONIENTE Y TRAMONTANA
Traducido del original catalán y producto de la fusion de dos artículos en Nació Digital i Regió 7
Son días turbios de borrasca de Levante y viento de Poniente, en clave interior y cortoplacista. Pero en clave exterior y medio placista, pinta cielo abierto y anticiclón, con viento de tramontana, que lo barrerá todo.
Vamos a la borrasca de la semana. Unos tuits robados,( que sólo muestran que no hay dioses, sino personas con dudas), más la decisión del Presidente Torrent de detener el reloj del pleno del Parlament han provocado una euforia teatral en el españolismo y un ataque de melodramatismo en la parte más visceral del movimiento republicano . El actual secretariado de la Asamblea reflejaba este melodramatismo en su comunicado, poniendo sólo el foco en el árbol, sin ningún indicio de que se estuviera contemplando el bosque. El comunicado del Secretariado nacional aunque con buenas intenciones que comparto, creo que no se sitúa en el nuevo escenario post 1- O; y por lo tanto es insuficiente para ayudar a desatascar el embudo allí donde estamos. Y eso no es bueno para una de las dos entidades que ha movido el proceso hasta aquí.
La Asamblea centra su movilización sólo en la investidura y pasa por encima que “hay ciertas incógnitas referentes a la República” como apunta el comunicado. En cambio no dice nada de la necesidad de consensuar la diagnosis sobre donde estamos, de definir unitariamente los obstáculos que se nos presentan y cómo superarlos. Sin discutir, sin miedo, sobre el lugar donde estamos, no podremos pactar hacia donde vamos. Y en un momento crítico como éste discutir con el máximo de gente posible y entidades a las que sólo sería exigible que estuvieran contra el 155 y en favor del derecho de autodeterminación. Consultando a esta representación que llega a los 2/3 de la base social, tal vez se afinaría más en la estrategia a seguir.
En el comunicado soberanista hay un mantra que puedo compartir: “No puede ser que el Estado impida la implementación del resultado de unas elecciones. No puede ser que tengan en prisión injustamente a políticos pacíficos “. Lo que no dice el mantra es que esto no puede ser moralmente, pero en cambio lo es factualmente.
La sensación es que la dirección del movimiento independentista y de algunos partidos, presionados por la gente más hiperactiva en las redes y las movilizaciones, y algunos gurús de los digitales, no se atreven a hablar claro. Y decir que hemos ganado importantes batallas políticas, pero que el estado, por ahora, está ganando la batalla de la fuerza represiva. Y que la guerra será más larga de lo que se creía. Entonces, enfocar la estrategia política sólo en el marco moral será un fracaso.
El marco conceptual de la represión es el que ha marcado el Estado. Los vascos todavía están en buena parte paralizados por todo el problema de los presos. Mientras el movimiento ha hecho de esto la única bandera no ha habido manera de despegar.
En Cataluña tenemos un riesgo similar. Si el movimiento sólo se mueve sobre este eje: solidaridad con presos y legitimismo de los exiliados, estamos perdidos. Habrán ganado la partida por una temporada larga. El movimiento solidario con los presos, por ejemplo, debería abarcar el 80% de la población catalana que está en contra de la represión, y por tanto no estar protagonizado en primera línea por el independentismo, sino por demócratas incluso no independentistas o gente no significada. Del mismo modo que la investidura que se ha querido poner como instrumento de regreso del exilio puede ser un boomerang, si no se afina bien y se convierte en un autoobstaculo moral que evita valorar cuál es la correlación de fuerzas real y en función de ello decidir qué conviene.
No me llega, en cambio, ninguna reflexión no en la dirección de los partidos ni de las entidades sobre la necesidad de acciones de larga duración y de abanico ancho (desde legales a alegales) de desobediencia civil en frentes nuevos como el económico . Debemos empezar a perjudicar al enemigo y enviar advertencias a Europa.
Hacen falta debates de cómo se contribuye a hablar de la República que queremos; de cómo ampliar la base social sin recibir collejas los que están en la frontera de los puros que se quedan en la retaguardia.
Cuesta tanto constatar que tras el 1-O han aparecido visiones diferentes y legítimas sobre donde estamos y qué hay que hacer ?. Cuesta tanto aceptar que estas visiones diferentes atraviesan todos los partidos y entidades? Y que sólo las correlaciones internas de fuerzas en cada formación dan la apariencia de bloques monolíticos enfrentados?
Tras octubre oímos muchas voces también de políticos diciendo que había que poner fin al paternalismo respecto a los ciudadanos y votantes republicanos. Esta asignatura me temo que no la está aprobando nadie. También hay que decir que algunos, y no pondré nombres, están en el muy deficiente.
Hasta aquí la borrasca de Levante. En el viento de poniente no me entretendré mucho. Es constante en la represión como única salida. Yo mismo acabo de aparecer en una lista de potenciales investigables por parte de la G.C, siendo mi única tarea desde el 1010, el opinar lo que me place. A lo mejor es por eso. En fin.
Pero hablemos del viento de Tramontana. Y esta semana sopla fuerte. Ante Europa el Gobierno del PP está aumentando su empantanamiento en los casos de corrupción. Ahora, aparte del hundido del PP en Baleares, en Valencia y en Madrid con todos los ex en prisión o en vías de imputación; parte del desconocido M.Rajoy de los papeles, ha aparecido la ministra del ejército envuelta en una derivada del caso Gurtel.
Al mismo tiempo, el influyente think tank británico, más importante de Europa, que determina los niveles de democracia en el mundo, hace bajar brutalmente la posición española por el trato del Estado al caso catalán. El país cayó en el informe anual rebajando España a la categoría de “democracia imperfecta” por su gestión de la crisis catalana. El informe del “The Economist Intelligence Unit” (EIU), fué el citado como un ejemplo ante el Foro de Davos por el rey Felipe VI, fardando del resultado del año anterior. Sólo una semana más tarde se debería haber escondido bajo la alfombra.
Estos días el encarcelamiento de los políticos catalanes en Madrid han llegado al comité de detenciones arbitrarias de la ONU. Emmerson ha presentado un recurso para que NNUU confirme que la prisión preventiva vulnera derechos fundamentales. Emmerson es relator especial de las Naciones Unidas para los derechos humanos y un referente internacional en la materia con más de 25 años de carrera.
La represión del 1-O también ha llegado al Parlamento Europeo en una sesión con diputados y múltiples testimonios de las palizas policiales. Allí el consultor de la ONU Alfred-Maurice de Zayas ha pedido una respuesta clara de Bruselas porque se trata de “un problema europeo”
Ante tanto aviso internacional, no es extraño que, el comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, haya considerado que la crisis política en Cataluña es, junto con las elecciones en Italia y la falta de gobierno en Alemania, uno de los elementos de más incertidumbre para la economía europea. Y ha pedido, en este sentido, que España lo resuelva. “Estamos esperando que España resuelva la crisis en Cataluña” Moscovici también ha dicho que las expectativas en Alemania son de solución inmediata con la formación de coalición; y que en Italia sabrán encontrar el camino tras las elecciones.
En cambio, ha dejado un pesado silencio sobre España. O sea, a la Comisión Europea los tienen por corbata, ante la cronificación del tema catalán. Como ya habían advertido diversos organismos económicos internacionales: cronificar el caso catalán puede tener consecuencias difíciles de evaluar para España y Europa.
Máxime cuando los últimos datos muestran Cataluña como un territorio poderoso que podría ser mucho más tractor, si la actuación de la dictadura española no pusiera en riesgo la economía. La economía catalana ha crecido un 0,7% durante el cuarto trimestre de 2017 en relación a los tres meses anteriores, según Airef. Supone, acumuladamente, un crecimiento del 3,3%. Dos décimas por encima de las estimaciones de la Cámara de Comercio de Barcelona y tres más de lo previsto por Luis de Guindos, el encubridor de Panamá. A pesar de todas las acciones desestabilizadoras del Estado, antes y después del 155, Cataluña aguanta. Quien no aguantará será España. La Tramuntana está soplando fuerte y se superará la borrasca de Levante y la sequía del Poniente.
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