Pues fácil y llanamente: cada uno hablará como le dé la gana. La última palabra la tendrán las personas.
Las políticas lingüísticas de los estados tienen parte de influencia, indudablemente, pero no tienen un poder absoluto. Citaré sólo dos ejemplos: Franco intentó con un régimen dictatorial y por la fuerza perseguir el catalán, y a la vista está que fracasó en su intento. El catalán es actualmente una lengua viva, fuerte, con gran presencia en la sociedad, en la calle y en la cultura.
De las aproximadamente 7000 lenguas que hay en todo el mundo, teniendo en cuenta el número de personas que la hablan el catalán ocupa el puesto 80. Pero tiene un lugar mucho más laudable en el mundo de internet: concretamente el lugar 19 en cuanto a uso en Twitter, el lugar 23 en cuanto a presencia global en la red, más del 60% de las páginas web de Catalunya están en catalán…
Es decir, ¡y Franco fracasó estrepitosamente!
El otro claro ejemplo es el de Irlanda. Consiguió la independencia hace ya 100 años y en cambio la presencia y uso del irlandés, han ido hacia atrás de forma muy obvia ante el empuje del inglés. Es decir: la presencia del estado irlandés no ha supuesto un avance elocuente. Sólo lo utilizan como lengua familiar alrededor de un 1% de la población, aunque un 40% dice tener cierto conocimiento de la lengua.
Por tanto la evolución lingüística de la población en la República Catalana, es algo que sólo el tiempo podrá desenmascarar.
Según mi humilde opinión, creo que Catalunya seguirá siendo bilingüe. Más allá del trato oficial que tengan catalán y castellano (las dos cooficiales o una oficial y la otra cooficial, etc) en la práctica seguirán conviviendo sin problemas, como hasta el día de hoy.
Y os diré una cosa, hay diversos estudios porno gratis (hechos en Bélgica y Canadá, países también con más de una lengua oficial) que demuestran que en las personas bilingües la posible aparición del Alzheimer se retrasa unos 4 o 5 años. Esto es debido a que la persona bilingüe, al estar asiduamente, cambiando de lengua mueve muchas más neuronas del cerebro, y tiene más agilidad y flexibilidad mental. Rajoy, en una entrevista en la televisión de Girona, dijo el pasado septiembre: “Un vaso es un vaso y un plato es un plato”
Esta visión unívoca y simplista no vale para los bilingües. En catalán, la palabra maduras xxx castellana “vaso” puede ser a veces “un vas” y a veces “un got”. O la palabra castellana “caja” puede ser “caixa” o “ capsa”. La palabra “cap” en catalán, se puede traducir, según el contexto por “cabeza”, “ninguno”, ”cabo”, “punta o esquina” o ”cabe”.
Esta es la flexibilidad mental que nos proporciona ser bilingües, hace que seamos más abiertos, podamos ver más matices, dar más interpretaciones y ser más imaginativos.
No vamos a renunciar a ello. No podemos renunciar al castellano. Es una lengua que nuestros hijos y nietos deben conocer y estudiar, que les brinda la oportunidad de abrirse a un sinfín de oportunidades culturales, laborales, recreativas…
Tampoco vamos a renunciar al catalán, y con la República Catalana, podremos corregir la situación de inferioridad, en ciertos ámbitos, en que se encuentra ahora ante un gigante como es el castellano-español.
Pero es que además tenemos una joya: nuestro sistema educativo.
Actualmente nuestro modelo escolar garantiza que todos los niñ@s, salgan de la escuela con un conocimiento satisfactorio de catalán y de castellano. Se podría pedir más: que saliesen con un nivel satisfactorio (todos y todas) en inglés. Pero todo llegará.
¿Sabéis que las estadísticas amateur de Ministerio de Educación y Ciencia dan a los alumnos catalanes un nivel igual o superior en lengua castellana a la media española? Los alumnos catalanes dan una puntuación de 502 mientras la media española da 500.
¿Quién coño puede seguir diciendo que en Catalunya se persigue el castellano? Lo que pasa es que algunos dicen: ¿Por qué tiene mi hijo que aprender catalán o en catalán?
La respuesta es tan sencilla que no necesita ni medio segundo: “¡Porque está en Catalunya!”
¿O es que estos mismos padres se harían esta pregunta si en lugar de “catalán” se tratase del ”francés” en Francia o del italiano en Italia?
Pero además la escuela tiene una gran labor integradora. Catalunya es mucho más que un país bilingüe. Aquí se hablan unas 300 lenguas, algunas con cifras muy significativas: 200.000 personas hablan árabe, 100.000 rumano, 50.000 chino, 50.000 italiano…
La escuela unifica, garantiza que todos (también los marroquís, los paquistanís, los peruanos…) salgan de la escuela sabiendo catalán y castellano. Y esto es de un gran valor para la convivencia: ¡como mínimo sabemos que nos vamos a entender!
Hay que seguir en este camino. Contra viento y marea hemos construido una sociedad abierta e integradora, donde la convivencia entre personas de distintas procedencias es bastante satisfactoria. Una sociedad que fue capaz de acoger un millón largo de personas procedentes de diversos lugares de España (mi madre era asturiana) y ha de ser capaz ahora de acoger otro millón de personas de todo el mundo, sin poner en riesgo la convivencia en nuestros pueblos y ciudades.
En este objetivo tan ambicioso y tan necesario el tema de la lengua es clave y fundamental. Vamos a ser todos respetuosos, comprensivos, abiertos y facilitar a todos que se integren y conozcan el catalán y el castellano.
La República Catalana, nos dará sin lugar a dudas, mejores instrumentos para trabajar en esta línea.