La ministra de Fomento y no de momento ha regalado el desdoblamiento de una carretera de 8 km a los indígenas que ramonean en sus posesiones del nordeste español, de Caldes de Malavella a Fornells de la Selva. 4 años ha costado, y así los vernáculos han podido paladear y acostumbrar poco a poco sus insolidarios caletres a la idea del doble carril y la generosidad española, que seguidamente se volcará en el acceso a Fornells de la Selva, aun pendiente.
Entre Álvarez y sus no menos generosos antecesores del PP llevan 13 años para un tren de 700 km, más tiempo ya del que se tardó en construir el transiberiano en el siglo XIX, de 8.000 km., como recordaba el director de este diario. Hay que entenderlo, si no se les da a cuentagotas esos insaciables catalanes se envanecen y piden más, algo de los 19.200 millones de euros que cada año les expolia España, un aeropuerto intercontinental, un puerto competitivo o trenes a Europa. Es una táctica elemental, ya utilizada con provecho por España con los moros amigos del protectorado de Marruecos: cuanto más tarden en conseguir lo que quieren, más tardarán en querer otra cosa, y más se acostumbrarán a suplicar y lamer, lamer, lamer, con seny y moderación. Hasta ahí podríamos llegar, como si con 4 años para 8 km los catalanes no tuvieran bastante. Podría ser peor, que no se envanezcan. Podría ganar el PP, o el coco, así que, por su bien, mejor que voten al partido de Bwana Maleni.
Ya se sabe, si gana Zapatero gana Cataluña. Bis.
Article publicat a Público el 21 de desembre de 2007
