Estamos en un momento en el que la sociedad tiene que escoger, entre seguir caminando o plantar cara a una situación que cada vez es más complicada, con pensiones en peligro y en precario, trabajos y contratos más que precarizados, unas tasas de paro que no disminuyen y que afectan con severidad a mujeres y mayores de 50 años y un largo relicario que todos conocemos sobradamente.
Existe la resignación que es lo que buscan determinados gobiernos o la rebeldía.
Rebeldía no son los gestos altisonantes, ni la violencia, es una actitud intelectual, las ganas de querer cambiar y la decisión de hacer frente a esas decisiones. Movilizar es concienciar, perturbar y mover el pensamiento, pensar y hacer pensar.
Ya los antiguos griegos reconocían que había varias formas de gobierno, una de ellas era la monarquía que podía degenerar en dictadura; la aristocracia que usualmente degenera en oligarquía como podemos constatar en tantos lugares o la democracia que cuando degenera se convierte en demagogia.
La monarquía en España tenía una razón de ser, que creo que cumplió su cometido en la transición, y que ahora si tenia su sentido era en que fuese ejemplarizante y ejemplar y nada más lejos.
Ante esta tesitura ya los griegos recomendaban la forma de la República porque cumple con las tres parcelas , el Presidente que ocupa el lugar del monarca y sirve de contrapeso al Parlamento, que sería lo que representaría el lugar de la aristocracia y la democracia como vía de comunicación entre todos los diferentes estamentos.
Creo que ya es el momento de que nos planteemos la posibilidad de un cambio hacia una República como forma de gobierno y no es excusa que afirmen algunos su carestía ya que en Alemania la república es cinco millones más barata que la monarquía en España……..
Arribo l’hora …… del canvi (Llego la hora…. del cambio)
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