Entre los rasgos totalitarios de una cierta derecha española, que Aznar llevó al paroxismo, está la invención de hechos o declaraciones, atribuírselos a la víctima de sus ataques, y lanzar una campaña de repudio basada en las invenciones previamente propaladas. De Goebbels, vía Serrano Súñer, recibieron los falangistas esos métodos, que inocularon en el PP salvo en su consecuencia letal de prisión o muerte, no en vano ya no gobierna su Caudillo. A mí me han acusado de falsedades diversas (tener una sanción administrativa, acusar a España de genocidio, etc), la última atribuirme reclamar la ilegalización del PP por complicidad con el terrorismo.
No es cierto, es en sus filas o entorno donde se dice, como Iturgaiz, “o se está con María San Gil o se está con ETA”. ¿Está Rajoy con María San Gil? Si la respuesta es no, ya sabemos con quien está “Rajoy el proetarra”, según le acusa Pío Moa, pues “ofrece el diálogo, el negocio político, en palabras más claras, a los asesinos, a la ETA… por un ingobernable afán de poder… Rajoy, por tanto, sigue EN LOS HECHOS, como el gobierno, una política pro etarra, y no vamos a cerrar los ojos a los hechos para abrir enormes orejas de asno a la verborrea demagógica con que se orquesta la delictiva operación.” ¿Puede ser legal un partido en que sean proetarras su máximo dirigente y su política? No según la ley que él mismo hizo, así que ¿Para cuándo la ilegalización del PP por complicidad con el terrorismo? Cría cuervos, y tendrás más.
Article publicat a Público el 13 de juny de 2008